Partimos de una parcela prácticamente vacía, con tres arboles de gran porte, que nos ayudan a conseguir colocarnos dentro de este espacio. Partimos del proyecto del arquitecto formenterense Marc Marí, con una distribución que pivota desde el acceso, buscando una relación interior exterior fluida, dando gran importancia a los espacios exteriores.
Reducimos el impacto de la vivienda blanca, creando una base solida con tonalidades obres, como las del terreno, para tratar de reducir el impacto visual. Romper los grandes volumenes para mimetizarse con el entorno es la principal baza de esta vivienda.