El problema está cuando hablamos de espacios desaparecidos, del recuerdo de un espacio que ya no está. La documentación se asocia a los recuerdos de los habitantes, que poco a poco se pierden con el tiempo, ligados a la vida de las personas. Es curioso como uno de los recursos mas frágiles y sobre todo fugaces es uno de los menos valorados.
La idea de este espacio, es reutilizar un edificio que ha llegado al fin de su vida útil, protegerlo y moldearlo para que estos conceptos, que están a punto de ser olvidados o perdidos, aguanten bajo un manto.
Un pequeño guiño, a los pueblos perdidos bajo los pantanos, frente a los que emergieron en la colonización del campo.